El cuidado propio  significa siempre un cuidado integral. Esto quiere decir que le debemos atención tanto a los aspectos mentales y espirituales como biológicos que nos componen. La ciencia ha participado en la comprobación de la relación entre el bienestar de la mente y el bienestar del cuerpo, pero no es una creencia realmente nueva.

Para los antiguos griegos cultivar el cuidado del cuerpo tenía una relación directamente proporcional con el equilibrio emocional y la claridad mental. Ellos incluso integraban en el concepto de salud el bienestar comunitario y la conexión con el medio ambiente. La armonía entre todos estos elementos era lo que otorgaba una salud real y duradera.

También para culturas aborígenes de muchos otros lugares del mundo, la salud era algo que no se reducía al cuidado aislado de una parte del cuerpo, sino que entendían la realidad de forma sistémica y la relación entre las distintas partes de esta (biológica, mental, espiritual)

De una forma similar las culturas precolombinas de América desarrollaron sus propias cosmovisiones respecto a la salud personal y social. La cultura Mapuche puede ser enmarcada dentro de esta concepción universal de la salud.

Por otro lado, la sociedad de consumo actual, de vida vertiginosa y acelerada, no exige una solución rápida y eficiente a todos los problemas, incluso los de salud. Esta forma individualista y reduccionista de entender la salud va en la línea contraria a lo que proponen tradiciones más antiguas. No es qué la técnica médica no sea efectiva, sin duda lo es, pero tomada aisladamente no considera varios aspectos relevantesAleluney es una marca que nace como respuesta a la necesidad de conciliar ambos mundos.

Por una parte, se suma a la producción cosmética moderna, cuidado de esta manera que el proceso sea estable y de alta calidad, dentro de un marco ético de respeto ambiental y animal, que va de la mano con las tradiciones de la cultura de los pueblos originarios.

El mismo nombre de la marca, Aleluney, busca reflejar esto. De origen mapuche, el nombre combina las palabras “Ale”, que significa la luz de la luna y las estrellas y “Eluney”, regalo de las estrellas. La combinación de ambos significados buscan transmitir la idea que la naturaleza no puede ofrecer lo que necesitamos para estar sanos, sin necesidad de depredarla ni explotarla.